viernes, 29 de julio de 2011

Quiero que esta noche











Quiero que esta noche sea nuestra
Y que de los momentos que compartamos
Salga una poesía considerada obra maestra
Que refleje que, al fin y al cabo, sólo nos amamos

Quiero prepararte una cena con velitas,
Que las estrellas sean nuestras invitadas,
Que la luna nos mire envidiosa perdida,
Y de postre decirte “te quiero” hasta la madrugada

Quiero que el mar sea nuestra cama,
Nos meza de beso en beso a otra orilla
Donde dejar las huellas que deja tu espalda
Cuando estirada me dejas que te bese en la mejilla

Quiero que el amanecer pida permiso para aparecer
Y que su luz, intimidada por la de tus ojos,
Se recueste sobre la ventana para hacernos creer
Que la noche acaba solo cuando en ti reposo

Quiero que esta noche sea nuestra,
Y que de los momentos que compartamos
Salga una poesía considerada obra maestra
Que refleje que, al fin y al cabo, sólo nos amamos

jueves, 7 de julio de 2011

No serás capaz de odiarme












Otra vez volví a mirar el cielo
Desde aquella terraza de mi piso
Donde nos dejamos tantos “te quiero”
Buscando en las nubes nuestro paraíso

Me senté en la repisa donde en aquel tiempo
Pasábamos las horas hablando de mil cosas,
Tanto nos dijimos que recordándolo siento
Que jamás escuchará aquel suelo miradas más hermosas

Y apoyado en la pared donde tantas noches
Nos abrazamos jurando estar siempre del otro al lado,
Me pregunto de donde salieron aquellos reproches
Que hicieron de nuestro paraíso un cielo quemado

Te dije “No serás capaz de odiarme por no saber
Seguir caminando si no sé a donde nuestros pasos
Nos llevan, ni tampoco por saberte reconocer
Que ya no me abrigan, si me siento solo, tus abrazos”

Mirando la esquina donde te vi llorar
Siento que a veces duele tanto decir la verdad
Que no sabría decir si hubiera preferido callar
A ser sincero y no haberte echo tanto mal

Y cuando me doy la vuelta para bajar a la calle
Te veo sentada en la esquina donde aquel día lloraste
Y al verme me dices que tenía razón, no fuiste capaz de odiarme,
Sonriendo te digo que desde aquel día de mi mente no he podido echarte

Y me dices “no serás capaz de odiarme por no saber
Quererte como te quise, siempre esperé que volvieras
Pero ya es tarde para a nuestro paraíso en las nubes volver,
Quiéreme aunque no te quiera y siente lo que yo aquellos días sintiera”